El polémico Anthem se habría llevado por delante a otro de los grandes proyectos de BioWare.
Tras el lanzamiento de Anthem el pasado mes de febrero, es muy notorio que la gente de BioWare está en la cuerda floja y al parecer uno de sus mayores pecados previo al lanzamiento de este último, fue querer abarcar mucho, pues se debió incluso reiniciar otro gran proyecto a fin de forzar el lanzamiento de un juego que al final quedó corto para las expectativas que había levantado.
Y es que debido a la presión que había por hacer de Anthem una obra maestra, muchos obstáculos aparecieron en el camino y en BioWare optaron por irse por lo más fácil, que fue asignar desde cero Dragon Age 4 a otro equipo y encargar Anthem a los desarrolladores de este último. Cosa que en principio pudo parecer acertada, pero que el tiempo demostraría que el remedio saldría peor que la enfermedad.
Los males de Anthem iniciaron cuando Aaron Flynn dejó BioWare en busca de otras oportunidades, por lo que casi de manera forzada se trasladó a Mark Darrah y a Mike Laidlaw al equipo de Anthem, dejando técnicamente acéfalo el equipo a cargo de Dragon Age 4. Desde entonces iniciaría toda una vorágine de problemas organizativos que afectarían incluso la salud mental de los desarrolladores.
Tras todos los problemas, vemos que al final en vez de terminar con un gran juego, tuvimos un producto final mediocre y un Dragon Age 4 que al menos por ahora ha quedado en el limbo y del cual no parece que vayamos a tener respuestas en el mediano plazo.
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Julio Muñoz
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- PC, PLAYSTATION, XBOX
- 3 April, 2019
