Google y el futuro para el que (no) todos están listos

Corría marzo de 2019 cuando en un evento de los recurrentes de la industria, Google prometió el futuro siendo el vecino nuevo de la colonia. Google Stadia fue anunciado con toda pompa tomando incluso el riesgo de ser lanzado apenas unos pocos meses después de esa GDC donde fue revelado al mundo; para sorpresa de muchos (o de nadie, dependiendo cómo se mire), aquel futuro sin hardware ni los medios físicos de siempre, solo dio para poco más de 3 años.

Enero de 2023 es la fecha fatal de una revolución como la que prometieron hardwares fallidos como OUYA o 3DO, ya que Google dio la noticia del cierre de esta plataforma hace apenas unas semanas dando pie a todo un debate en el que también hemos de tomar parte, pues vale decir que el Cloud Gaming es una herramienta con potencial que no se la inventó Google, pero la manera como ellos la gestionaron va a tener su impacto y pone en evidencia algunas cuestiones que -salvo excepciones- es necesario poner sobre la mesa acerca de sus posibilidades como estándar.

Con el pie izquierdo

La retórica de un gaming sin hardware específico debido a sus costos podría sonar atractiva si se transmitía de forma adecuada y Google quiso ver de menos a las consolas casi mandándolas al museo como primer punto de su publicidad, mostrando así un total desconocimiento del terreno y de otras cuestiones que veremos posteriormente. 

La siguiente falta de respeto hacia los gamers fue su modelo de negocios, que para más ya tenía como ejemplos de cómo se hace, a GeForce Now y el entonces llamado xCloud (Xbox) a punto de salir. Stadia proponía una suscripción mensual que no estaba ligada a los juegos, haciendo necesario comprarlos aparte para tenerlos disponibles. Esto en el estricto sentido dilapidó toda posibilidad de ahorro en hardware, que además era uno de los puntos fuertes del marketing inicial; como es obvio, una de las primeras promesas fallidas.

El siguiente punto en contra estuvo precisamente en que demostraron una y otra vez que no hicieron su tarea, pues la historia está plagada de casos que quisieron poner lo técnico por delante del contenido y fracasaron. Stadia quiso despegar con un catálogo que ciertamente constaba de juegos importantes, pero de terceros y ya disponibles en otro lado. A esto se añade que a sus estudios internos -al mejor estilo de Google- no les dieron la mínima oportunidad de mostrar algo al público. ¿Resultado? El poco interés aludido por Phil Harrison en su comunicado de cierre.

Tal fue la ignorancia de Google en el rubro, que tras el anuncio del último día del servicio trascendió que tuvieron una última oportunidad de despegue y esta vino de manos ni más ni menos que de Hideo Kojima, que planteó una continuación o spin-off (no queda del todo claro) de Death Stranding en exclusiva para Stadia y esta fue rechazada de tajo por tratarse de un single player; para poner las cosas en perspectiva, es como si un estudio de cine a punto de quebrar le rechazara un filme con potencial de Oscar a James Cameron, Martin Scorsese u otro cineasta de similar calibre que los hubiera salvado.

Dado que nos incumbe el posible escenario en Latam, la cuestión técnica ciertamente entra en juego, pero la abordaremos en un momento.

En la nube no caben todos

Una de las cosas que se suele decir del Cloud Gaming es que pretende ser universal, pues al eliminarse el intermediario del hardware dedicado basta un móvil, PC o tablet para acceder a nuestros juegos favoritos en prácticamente cualquier lugar. La premisa básica ciertamente se cumple, Stadia sobre el final -y dependiendo de dónde- iba por ese camino y la evidencia sobra, pero todavía está lejos de lo que se pretende de ello integralmente y hay que decirlo: Unos lo han hecho mejor que otros.

Al ser presentado Stadia una inquietud inmediata fue la conexión a Internet, dado que objetivos y proyectos aparte, la realidad plantea un mundo bastante heterogéneo en cuanto este aspecto. Así pues y suponiendo que la cosa hubiese arrancado como se quería, el servicio funcionaría bien en Japón o Alemania, pero el gamer peruano o guatemalteco seguiría soportando un lag insólito para estándares de la década; cosa que al final terminó pasando en todas partes e incluso en las mejores condiciones.

Microsoft ha podido introducir su Xbox Cloud Gaming a través de Game Pass con resultados bastante decentes en la región y una de las razones por las que a nivel global ha podido llamar la atención es porque convive con el hardware sin pretender opacarlo o desecharlo. Esto tampoco lo entendió Google -o no del todo- y nos lleva al siguiente punto.

El gamer: Un animal de costumbres

Al final los gamers somos humanos, por ende esta afirmación sobre el Homo sapiens casa a la perfección con algo que ya vimos anteriormente. Ya se dijo que Google declaró la muerte de las consolas y esto no solo fue un error desafortunado de cara al público, sino que además fue desconocer realidades todavía presentes en la industria y que van a tardar un poco en cambiar, sobre todo porque no se midió algo que pone muy en tela de juicio al Cloud Gaming y por extensión, a cualquier formato digital en cierto contexto.

A pesar de que ya podemos comprar juegos sin salir de casa y sin enfrentarnos al problema de falta de stock gracias a las tiendas digitales, todavía seguimos enganchados al formato físico por el componente de coleccionismo y respaldo que implica. 

El esfuerzo de sacar unidades físicas -algunas con añadidos muy atractivos- indudablemente conlleva algunos costos de producción, pero se compensan debido a la notable preferencia por este formato que como cosa obvia, previene que perdamos nuestra inversión por el cierre de alguna plataforma -como Stadia-, siendo esta otra razón por la que a pesar de cualquier promesa a futuro persiste la expectativa de si tal o cual juego va a salir en cartucho o disco cuando es anunciado.

Casi sobre el final Google captó su importancia al anunciar las respectivas devoluciones y a su vez, de manera extraoficial, que el control diseñado para Stadia podría no quedar inservible gracias a un parche de firmware.

El Cloud Gaming eventualmente va a tener su oportunidad y protagonismo en iniciativas como las que llevamos a cabo nosotros y otros agentes del sector, pero para que pueda asentarse deben verificarse una serie de condiciones:

Google Stadia shutdown

Es cierto que no se cumplen todas en el mundo real y Microsoft ha podido trabajar con ello, pero no todo mundo es Xbox y para hablar de un estándar, es necesaria una adopción masiva que podría darse si se verifican estas condiciones en cantidad de casos; de esta manera el juego en la nube puede tener posibilidades más reales. Mientras tanto y parafraseando una frase muy conocida de la diplomacia, la situación actual se puede resumir así:

“La nube es el gaming del futuro… y siempre lo será.”

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