Google y otros proveedores norteamericanos se unen en boicot en contra de Huawei

 

Decisiones políticas del gobierno estadounidense podrían cortar las aspiraciones de liderazgo de Huawei.

Justo cuando las aguas parecían calmarse en el conflicto comercial chino-estadounidense, una orden del presidente Donald Trump ha significado lo que hasta el momento es uno de los hechos más significativos de la situación, ya que técnicamente miles de dispositivos de la marca Huawei podrían perder bastante de su atractivo para con el público. Tras la inclusión de la empresa china en una lista negra del gobierno de los Estados Unidos, Google anunciaba que dejará de proveer servicios de software y actualizaciones a los dispositivos de la empresa; sin embargo, esto que ya de por sí es un golpe bajo para la compañía, es apenas el inicio de un escenario bastante complicado para sus próximos lanzamientos.

La pasada semana la administración Trump incluyó a Huawei en una lista de empresas extranjeras que a juicio de la presidencia estadounidense, representan un riesgo para la seguridad nacional. A raíz de esto se han impuesto restricciones a las empresas del rubro tecnológico, cuyos productos ya no podrán ser vendidos a China sin la autorización expresa del gobierno. Una de las primeras en cumplir con el mandato ha sido Google y el solo anuncio de esto último ha sido causa de una gran conmoción, puesto que los próximos modelos de Huawei podrían no tener instalado el sistema Android; a lo que se han sumado Intel, Qualcomm y Broadcom, algunos de los principales proveedores de partes para esta empresa.

En respuesta a la prohibición Huawei ha salido rápidamente al paso a tranquilizar a sus usuarios actuales, ya que anunciaron que Android continuará operando con normalidad en los modelos existentes de smartphones y tablets, lo cual es importante destacar; no deja de ser un paliativo, pues la gran incógnita que surge es ¿Qué pasará en el futuro?

Las tensiones comerciales con Estados Unidos venían arreciando ya hace un tiempo, por lo que Huawei ya se encontraba preparando su propio sistema operativo y actividades de I+D en lo que respecta al desarrollo de chips; lo cual si bien garantiza que se siga operando y exportando productos al resto del globo, compromete seriamente sus ganancias debido al incremento de los costos, al tiempo que se retrasa la introducción de redes 5G en otros países del mundo, ya que este era un tema en el cual Huawei ya tenía algún grado de avance.

Si bien es notorio que Huawei tenía un plan B, es importante destacar que el mismo podría ser sostenible dentro de China, pero no así en los mercados externos, dado que Android es prácticamente un estándar y el no contar con el mismo en los aparatos puede ser una baja sensible en el atractivo y conveniencia de éstos para con el consumidor; la cual puede ser muy difícil compensar únicamente con el hardware si consideramos que un buen número de aplicaciones que usamos diariamente requieren conectarse a los servicios de Google, a lo que se puede agregar que las alternativas que Huawei podría presentar a estos últimos se encuentran disponibles únicamente en China.

Fuente 1

Fuente 2

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